jueves, 5 de junio de 2008


Debe ser la entrada de la primavera o el declive de ciertos valores tradicionales, lo que hace que, cada revista, periódico o similar que leo últimamente, contenga un artículo acerca de sexualidad. Esto me ha llevado a observar un relativo miedo en el “mundo adulto” respecto al acercamiento de sus inocentes y burbujeos retoños con ese oscuro y pecaminoso mundo del SEXO. Creo recordar, según leí el otro día, que la edad media de iniciación al sexo rondaba los dieciséis años. Cuando terminéis algunos de sacar pecho y otros os quitéis las manos de la boca, continuaré diciendo, que el “miedo” que se le puede tener al sexo es el mismo miedo que se le podría tener a comer. Que ciertos pensamientos arcaicos en el comienzo de nuestra cultura ayudaran a la forja de pudorosos tabúes relacionados con la naturalidad más plena de nuestro ser, no es cosa nuestra. La libertad sexual debería ser un importante derecho y desde aquí aliento a su practica, responsable claro, no oigan a un tipo vestido de blanco y oro que predica contra el control artificial de la impulsividad masculina. Hablando en plata ¡usad condón coño! Pero evitando sermones paternales, decirles únicamente que disfruten con total libertad, naturalidad y picardía, de una de las cosas más maravillosas, plenas y gratificantes de la vida. ¡A follar se ha dicho!

1 comentario:

felix, icis dijo...

Igual, y sólo igual, que quede claro, tienes razón, y voy a estar casi, y digo casi, de acuerdo contigo. Pero no te acostumbres, porque me encanta discutir.