Hay que ver como se le están complicando a China los Juegos. La verdad es que no sería una mala lección para el Gobierno de Hu Jintao viendo las durísimas formas de represión que lleva acabo en el Tibet. Según parece 80 tibetanos han muerto y 72 han sido heridos en las revueltas de estos últimos días, pero no se dejen engañar por estos datos falseados ya que las autoridades chinas aseguran que han sido diez los civiles abatidos. De todos es conocida la fiabilidad y franqueza de los medios de comunicación chinos. Sin embargo las insurrecciones tibetanas no son el único frente al que tiene que enfrentarse China estos días, ya que ayer en Taiwán manifestantes gritaban en contra de la increíble ley que permite a China acometer en la isla si en esta surgen movimientos separatistas. Parecer ser que algún “Dios” no comunista no quiere que se celebren las Olimpiadas este año en China. Tal vez el Gobierno del país debería plantearse hacer algo más de política, si es que se acuerda de lo que es eso, y dejar de lado ese gran mal que asola la Tierra llamado violencia. Si Marx levantara la cabeza…

Estaba leyendo las últimas páginas del periódico cuando mis ojos se han posado en una curiosa noticia cuyo titular rezaba “Sexo libre en el parque”. El escándalo en cuestión es que el demasiado liberal ayuntamiento de Ámsterdam con todo lo relacionado a sexo, drogas, y demás actividades pecaminosas va a permitir la practica de sexo libre a la caída del sol en uno de sus parques más populares, el parque Vondel, ya que este atrae desde hace tiempo a miembros de la comunidad homosexual en busca de pareja y relaciones. Obvio ha sido el contento de dicho grupo ante la noticia, expresaban “cautelosa satisfacción”. Cual ha sido mi perplejidad al encontrar escasos centímetros más abajo otra noticia que redactaba que Holanda había deportado al Reino Unido a un homosexual iraní, fatal ironía que se ha visto ahogada en indignación ya que el artículo concluía con una referencia a la muerte, mejor dicho asesinato de la pareja de este joven de 19 años, sometido a previa tortura con el fin de que confesase a sus parejas y así poder continuar la brutal cacería. Es vomitivo que el ser humano muestre tales niveles de xenofobia e intolerancia respaldado por un anonadante fervor religioso con el que luego encima se atreverán a exigir respeto. No merecen mi respeto ni mucho menos este tipo de episodios. Esta clase de actos que van desde la tortura y asesinato de un joven inocente, a la congregación multitudinaria de gente en favor de la “familia tradicional”, en la cual al parecer se ha de maltratar y matar a la esposa. Soy incapaz de entender la pura intransigencia de aquellos que portan la verdad absoluta de las cosas y que se creen con derecho de imponerla al resto de seres humanos cuando tendría que ser a ellos a los que se les inoculase en elevadas dosis el complejo y profundo sentido de la palabra…humanidad.

Como buen aficionado a la comunicación y amante de la escritura no podía dejar pasar la oportunidad de hablar acerca de estas nuestras elecciones. La verdad es que me he llevado una grata sorpresa al comprobar que efectivamente a los españoles en lo profundo de sus corazones les interesa la política. Necesarios han sido en efecto los dos ya famosos debates entre Zapatero y Rajoy precedidos de una apabullante campaña publicitaria por parte de todos los medios de comunicación. La verdad es que el “fenómeno debate” ha resultado ser una experiencia cuanto menos curiosa, sin embargo, corrobora las sospechas de muchos de que cada vez está más de moda el bipartidismo “yanki” que deja fuera de juego a muchos otros partidos con un cierto peso en el ámbito político, véase IU, CiU, etc. Toda esta gran cruzada que están llevando acabo PP y PSOE hace que la gente descarte casi automáticamente el resto de alternativas. No deberíamos desechar a la ligera otro tipo de opciones que a mi humilde juicio todavía tienen cosas que decir. Eso si, me daría más que satisfecho si el domingo la gente se levantara de la cama con la intención de sacar al perro, ir a por el pan, recoger a la abuela y ya de paso dejar caer un pequeño sobre en una urna. Yo pido voto…