miércoles, 12 de marzo de 2008


Estaba leyendo las últimas páginas del periódico cuando mis ojos se han posado en una curiosa noticia cuyo titular rezaba “Sexo libre en el parque”. El escándalo en cuestión es que el demasiado liberal ayuntamiento de Ámsterdam con todo lo relacionado a sexo, drogas, y demás actividades pecaminosas va a permitir la practica de sexo libre a la caída del sol en uno de sus parques más populares, el parque Vondel, ya que este atrae desde hace tiempo a miembros de la comunidad homosexual en busca de pareja y relaciones. Obvio ha sido el contento de dicho grupo ante la noticia, expresaban “cautelosa satisfacción”. Cual ha sido mi perplejidad al encontrar escasos centímetros más abajo otra noticia que redactaba que Holanda había deportado al Reino Unido a un homosexual iraní, fatal ironía que se ha visto ahogada en indignación ya que el artículo concluía con una referencia a la muerte, mejor dicho asesinato de la pareja de este joven de 19 años, sometido a previa tortura con el fin de que confesase a sus parejas y así poder continuar la brutal cacería. Es vomitivo que el ser humano muestre tales niveles de xenofobia e intolerancia respaldado por un anonadante fervor religioso con el que luego encima se atreverán a exigir respeto. No merecen mi respeto ni mucho menos este tipo de episodios. Esta clase de actos que van desde la tortura y asesinato de un joven inocente, a la congregación multitudinaria de gente en favor de la “familia tradicional”, en la cual al parecer se ha de maltratar y matar a la esposa. Soy incapaz de entender la pura intransigencia de aquellos que portan la verdad absoluta de las cosas y que se creen con derecho de imponerla al resto de seres humanos cuando tendría que ser a ellos a los que se les inoculase en elevadas dosis el complejo y profundo sentido de la palabra…humanidad.

No hay comentarios: