Hoy hemos podido contemplar o asistir al día de la guerra. Ares, en su más puro exhibicionismo, se vanaglorió de la macabra capacidad de destruir del ser humano. Un desfile de jerarquías, disciplina, inflexibilidad y arcaísmo maquillado con relativa modernidad femenina y técnica. Tan difícil es crear que, al menos, no nos dediquemos a destruir. Paz y amor troncos.
domingo, 1 de junio de 2008
Adiós a las armas
Hoy hemos podido contemplar o asistir al día de la guerra. Ares, en su más puro exhibicionismo, se vanaglorió de la macabra capacidad de destruir del ser humano. Un desfile de jerarquías, disciplina, inflexibilidad y arcaísmo maquillado con relativa modernidad femenina y técnica. Tan difícil es crear que, al menos, no nos dediquemos a destruir. Paz y amor troncos.
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